lunes, 25 de enero de 2010

prokofiev



Sergei Prokofiev, un compositor imprescindible en el siglo XX.

Autor de grandes piezas musicales como "El ángel de fuego" y "Sinfonía clásica", el músico ruso Sergei Prokofiev, a quien la crítica consideró el gran iconoclasta del siglo XX, nació el 23 de abril de 1891, en Ucrania.

Prokofiev estudió en el Conservatorio de San Petesburgo con los compositores rusos Reingold Glier, Nikolai Rimski-Korsakov y Anatoli Liadov, y entre 1918 y 1933 vivió fuera de su país, realizando giras como pianista, en las que interpretaba obras propias. Entre sus primeras creaciones destacan sus cinco conciertos e igual número de sonatas para piano, de las cuales el "Concierto para piano número 1", de 1911, y la suite escrita para orquesta, de 1914, le valieron la fama de músico iconoclasta.


Durante los años en que vivió fuera de su país compuso para el empresario de ballet ruso Serguei Diaguilev los ballets "Chout" (1915) y "El paso de acero" (1926), apoteosis de la industrialización que en ese momento se producía en Rusia. También son de su estancia en Europa las óperas "El amor de las tres naranjas" (1921), basada en una fábula de Carlo Gozzi, y "El ángel de fuego" (1919), aunque su obra más destacada es la "Sinfonía clásica", que compuso en 1918.

A decir de los especialistas, esta obra es concisa e irreverente, con armonías modernas y ritmos tradicionales del siglo XVIII, lo que preconizaba el estilo neoclásico que dominaría gran parte del siglo XX.

En 1923 se casó con la cantante española Lina Lluvera y 11 años después regresó a su país natal, donde siguió componiendo con el mismo lenguaje musical, lo que demuestra su gran integridad, si se toma en cuenta la presión que recibió del régimen que imperó en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). De esta época son sus destacadas obras "Pedro y el lobo" (1934), para narrador y orquesta; el ballet "Romeo y Julieta" (1936); la ópera "Guerra y paz" (1946); la enérgica "Sinfonía número 5" (1945); la suite "El teniente Kij" (1933), y la cantata "Alejandro Nevski" (1938).

El favor del gobierno soviético del que había gozado terminó en 1948, cuando fue censurado por utilizar un "excesivo formalismo" y armonías cacofónicas, y aunque prometió corregir su ópera "Cuento de un hombre auténtico" (1948), la obra fue de nuevo censurada. No obstante, su "Sinfonía número 7" (1952, premio Stalin) le devolvió el favor del gobierno.


Sergei Prokófiev falleció el 5 de marzo de 1953 en Moscú -irónicamente, el mismo día que José Stalin-, cuando acababan de comenzar los ensayos para su ballet "La flor de piedra", escrito en 1950 y que habría de ser escenificado hasta 1954.

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